Biografía
En una ocasión, una paciente le dijo a mi padre que parecía un gentleman budista. Evidentemente se trataba de un elogio un tanto estrambótico, pero provisto de la agudeza inesperada y certera propia de las asociaciones surrealistas intuitivas y espontaneas. A todos en casa nos pareció una idea divertida y brillante. El componente “gentleman” quedaba garantizado por su aspecto elegante, siempre bien vestido, aun yendo de sport, y por sus maneras distinguidas, su hablar preciso, rico y bien sonante.
Lo de “budista” nos hizo especialmente gracia porque mi padre era católico practicante, celoso de ahondar en su fe, sobre la que meditaba y se instruía a diario. Pero su actitud contenida y serena, su afabilidad en el trato, su talante abierto y acogedor, bien aderezado con su cuidada barba blanca, le conferían el aire de un sabio de profunda espiritualidad y paz interior, adquirida a lo largo de años de desprendimiento y meditación. Pocos sabían que padecía una miastenia, contra la que luchó toda su vida.
De mi padre atraía su amplia cultura y conversación inteligente, así como su generosidad, sensibilidad consoladora hacia el sufrimiento ajeno y capacidad para el buen consejo, dones preciados para cualquiera y más para un buen médico. En sus cuentos es posible rastrear ese humanismo, nítidamente cristiano, que sin dejar de condenar el mal y el sufrimiento, preserva a toda persona, por desorientada que esté, de un ámbito, a veces muy escondido, de dignidad sagrada, o sea, de esperanza. La ironía desmitificadora a la que son sometidos sus personajes, incluso los más prepotentes o mezquinos, nunca responde a un postura de condena radical sino a una imperiosa e inevitable necesidad de humanizarlos, de justificarlos en cierto modo. Su mordacidad contiene a veces indignación, pero no odio. Y comprende a menudo grandes dosis de ternura, unas veces jocosa, otras doliente.
Hay en toda su obra un agudo sentido del humor, lleno de ocurrencias y paradojas, de resonancias chestertonianas, que atempera las situaciones más dramáticas. Esa mirada humanizadora y bondadosa caracterizó siempre a mi padre como persona y como escritor. Espero que el lector actual pueda experimentarla en el presente a través de su obra.
Tomás Padrós.
Esteban Padrós de Palacios nació en Barcelona el 21 de Octubre de 1925. Médico y escritor. Uno de los fundadores y secretario permanente del Premio “Leopoldo Alas” para libros de cuentos literarios (1955-1969).
Colaboró en revistas literarias y en la prensa como crítico y ensayista. (Papeles de Son Armadams, Visor, Indice, Insula, Serra d’Or, Cuadernos para el diálogo, Cuadernos Hispanoamericanos, Atlántico, El Noticiero Universal, Lucanor, Anthropos, etc).
Desarrolló una amplia labor como prologuista – cuento y poesía – Artículos periodísticos, Artículos literarios sobre Historia de la Medicina en publicaciones médicas, enciclopedias y congresos. Algunos de sus cuentos han sido traducido al Francés, al Inglés, Lituano, Rumano y Alemán.
Premios:
- “Don Juan Manuel” (cuentos) en 1962
- “Hucha de Plata” (cuentos) en 1977
- “Hucha de Plata” (cuentos) en 1986
- “Hucha de Plata” (cuentos) en 1990
- “Hucha de Plata” (cuentos) en 1992
Libros publicados:
- Aljaba (cuentos)
- 1º edición: Ed. Rocas. Barcelona
- 2º edición: Ed. Plaza & Janés. Barcelona 1966
- La lumbre y las Tinieblas (cuentos) Ed. Plaza & Janés. Barcelona. 1966
- Velatorio para vivos (cuentos)
- 1º edición: Ed. Plaza & Janés. Barcelona. 1977
- 2º edición: Ed. Plaza & Janés. Barcelona. 1985
- Los que regresan (cuentos) Hierbaola ediciones. Pamplona. 1991
- El gran usurpador (cuentos) Ediciones del bronce. Barcelona. 1996
- Diversiones en gris (ensayos) La busca edicions. Barcelona 1998
- El pozo de los deseos (cuentos) Ediciones del bronce. Barcelona.1999
- Las extrañas veladas y otros azares. El cobre. Barcelona. 2002
Asimismo ha sido publicada una antología de sus cuentos en catalán:
- Antologia de contes . La Busca edicions. Barcelona.2002